lunes, 26 de abril de 2010

Un regalo ..... mamá eres lo mejor

Disculpen que me tome este espacio, pero voy a escribir de alguien a quien yo amo con todo el corazón, es una mujer incomparable, única en todo el mundo, que Dios no pudo equivorcarse al ponerme en el camino de ella, si describiera su belleza no alcanzaría hoja ni tiempo, porque cada detalles de ella tomaría horas y horas, páginas tras páginas, pero cada una escrita con amor. No puedo ocultar lo que siento y mi agradecimiento a ella por tantos años que se ocupó de mi, sigue siendo parte de mi y siempre lo será. Cada lágrima que alguna vez derramaste por mi fue por amor... solo tengo algo que decirle Gracias x estar a mi lado, por tus abrazos, algunas veces miro al cielo y me dan ganas de pedirle a Dios que nunca te vallas de mi lado y que no me separe de ti, pero eso se que será imposible, cada uno en su momento seguiremos nuestro camino, pero me diste lo que yo necesito para ser una gran persona, me enseñaste a respetar a las mujeres como tu. Te amo cada minuto del dia, siempre contaras conmigo cada vez que lo requieras.

Hoy cumples 49 años y es poco lo que quiero regalarte, te mereces mas que unas palabras, eres la mejor te amo mamá... y asi será siempre y siempre.

Johnatan Simbrón

domingo, 4 de abril de 2010

La Chequera del Banco de la Fe (Charles H. Spurgeon.)

“Enviaré delante de ti la avispa, que eche fuera al heveo, al cananeo y al heteo, de delante de ti.” Éxodo 23: 28.

No necesitamos considerar qué eran esas avispas. Constituían el propio ejército de Dios que Él envió delante de Su pueblo para que picaran a sus enemigos, y tornaran fácil la conquista de Israel. Con Sus propios instrumentos elegidos nuestro Dios peleará por su pueblo y hostigará a Sus enemigos, antes de que entren en la batalla propiamente dicha.
Con frecuencia Él confunde a los adversarios de la verdad con métodos en los que los propios reformadores no tienen ingerencia. El aire está lleno de misteriosas influencias que acosan a los enemigos de Israel. En el Apocalipsis leemos que “La tierra ayudó a la mujer”.
No hemos de temer nunca. Las estrellas en sus órbitas luchan contra los enemigos de nuestras almas. Muy a menudo, cuando marchamos al conflicto, no encontramos ningún ejército con el que contender. “Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.” Las avispas del Señor pueden hacer más que nuestras armas. Nunca podríamos soñar con que la victoria fuera obtenida por tales medios como los que usa Jehová. Nosotros debemos obedecer nuestras órdenes de marcha y salir a la conquista de las naciones por Jesús, y descubriremos que el Señor ha ido delante de nosotros, y ha preparado el camino, de tal manera que al final confesaremos con júbilo: “Su diestra lo ha salvado, y su santo brazo.”

Traducción de Allan Román

viernes, 2 de abril de 2010

Fisiopatología de la muerte de Jesucristo

Jesús fue una persona politraumatizada. Los estudios médicos que tratan de explicar la causa de la muerte de Jesucristo, toman como material de referencia un cuerpo de literatura y no un cuerpo físico. Publicaciones sobre los aspectos médicos de su muerte se reportan desde el siglo I.
Hoy día, con base a los conocimientos de la fisiopatología del paciente traumatizado, se puede llegar a inferir los cambios fisiológicos padecidos por Jesucristo durante su pasión y muerte. Los relatos bíblicos de la crucifixión descritos a través de los evangelios y documentación científica al respecto, describen que padeció y sufrió el más cruel de los castigos. El más inhumano y despiadado de los tratos que puede recibir un ser humano.

Descubrimientos arqueológicos relacionados con las practicas romanas de la crucifixión. Proveen información valiosa que da verdadera fuerza histórica a la figura de Jesús, y a su presencia real en la historia del hombre.

Históricamente este acontecimiento se inicia durante la celebración de la pascua judía, en el año 30 de nuestra era. La última cena se realizó el jueves 6 de abril (nisan 13). La crucifixión se llevo a cabo el 7 de abril (nisan 14). Los años del nacimiento y la muerte de Jesús permanecen en controversia.

HUERTO DE LOS OLIVOS (GETSEMANI)

Los escritores sagrados describen la oración de GETSEMANI con enérgicas expresiones. Lo vivido por Jesús antes de ser tomado como prisionero, lo refieren como una mezcla indecible de tristeza, de espanto, de tedio y de flaqueza. Esto expresa una pena moral que ha llegado al mayor grado de su intensidad.

Fue tal el grado de sufrimiento moral, que presentó como manifestación somática, física; sudor de sangre (hematihidrosis o hemohidrosis). “sudor de sangre, que le cubrió todo el cuerpo y corrió en gruesas gotas hasta la tierra”. (Lc 22, 43).

Caso no usual en la practica médica. De presentarse está asociado a desordenes sanguíneos. Fisiológicamente es debida a congestión vascular capilar y hemorragias en las glándulas sudoriparas. La piel se vuelve frágil y tierna.

Después de este primera situación ocasionada por la angustia intensa. Es sometido a un ayuno que durara toda la noche durante el juicio, y persistirá hasta su crucifixión.

FLAGELACIÓN

La flagelación era un preliminar legal para toda ejecución Romana. A la víctima le desnudaban la parte superior del cuerpo, lo sujetaban a un pilar poco elevado, con la espalda encorvada, de modo que al descargar sobre esta los golpes, nada perdiesen de su fuerza y golpeaban, sin compasión, sin misericordia alguna.

El instrumento usual era un azote corto (flagrum o flagellum) con varias cuerdas o correas de cuero, a las cuales se ataban pequeñas bolas de hierro o trocitos de huesos de ovejas a varios intervalos.

Cuando los soldados azotaban repetidamente y con todas sus fuerzas las espaldas de su víctima, las bolas de hierro causaban profundas contusiones y hematomas. Las cuerdas de cuero con los huesos de oveja, desgarraban la piel y el tejido celular subcutáneo .

Al continuar los azotes, las laceraciones cortaban hasta los músculos, produciendo tiras sangrientas de carne desgarrada. Se creaban las condiciones para producir perdida importante de líquidos (sangre y plasma). Hay que tener en cuenta que la hematidrosis había dejado la piel muy sensible en Jesús.

Después de la flagelación, los soldados solían burlarse de sus víctimas. A Jesús, le fue colocada sobre su cabeza, como emblema irónico de su realeza una corona de espinas. En Palestina abundan los arbustos espinosos, que pudieron servir para este fin; se utilizó el Zizyphus o Azufaifo, llamado Spina Christi , de espinas agudas, largas y corvas.

Le fue colocada una túnica sobre sus hombros (un viejo manto de soldado, que figuraba la púrpura de que se revestían los reyes, "clámide escarlata"), y una caña, parecida al junco de Chipre y de España como cetro en su mano derecha.

CRUCIFIXIÓN

El suplicio de la cruz es de origen oriental. Fue recibido de los persas, asirios y caldeos; por los, griegos, egipcios y romanos. Se modifico en varias formas en el transcurso de los tiempos.

En principio fue un simple poste. Luego se fijo en el remate una horca (furca), de la que se suspendía el reo por el cuello. Después se adiciono un palo transversal (patibulum), tomando un nuevo aspecto. Según la forma en que el palo transversal se sujetara al palo vertical, se originaron tres clases de cruces:

La crux decussata. Conocida como cruz de San Andrés, tenia la forma de X.

La crux commissata. Algunos la llaman cruz de San Antonio, se parecía a la letra T.

La crux immisa. Es la llamada cruz latina, que todos conocemos.

Se obligo a Jesús, como era la costumbre a cargar la cruz; desde el poste de flagelación al lugar de la crucifixión. La cruz pesaba más de 300 libras (136 kilos) sólo llevo el patíbulo que pesaba entre 75 y 125 libras. Fue colocado sobre su nuca y se balanceaba sobre sus dos hombros.

Con agotamiento extremo y debilitado, tuvo que caminar un poco mas de medio kilómetro (entre 600 a 650 metros) para llegar al lugar del suplicio. El nombre en arameo es Golgotha, equivalente en hebreo a gulgolet que significa “lugar de la calavera”, ya que era una protuberancia rocosa, que tenia cierta semejanza con un cráneo humano, hoy se llama por la traducción latina calvario.

Antes de comenzar el suplicio de la crucifixión, era costumbre dar una bebida narcótica (vino, con mirra, e incienso) a los condenados; con el fin de mitigar un poco sus dolores. Cuando presentaron a Jesús este brebaje, no quiso beberlo. ¿Que podría mitigar un dolor moral y físico tan intenso, cuando su cuerpo, todo policontundido, sólo esperaba enfrentar su último suplicio, sin alivio alguno, con pleno dominio de sí mismo?

Con los brazos extendidos, pero no tensos, las muñecas eran clavadas en el patíbulo. De esta forma, los clavos de un centímetro de diámetro en su cabeza y de 13 a 18 centímetros de largo, eran probablemente puestos entre el radio y los metacarpianos, o entre las dos hileras de huesos carpíanos, ya sea cerca o a través del fuerte flexor retinaculum y los varios ligamentos intercarpales. En estos lugares aseguraban el cuerpo.

El colocar los clavos en las manos hacia que se desgarraran fácilmente puesto que no tenían un soporte óseo importante.

La posibilidad de una herida periosea dolorosa fue grande, al igual que la lesión de vasos arteriales tributarios de la arteria radial o cubital. El clavo penetrado destruía el nervio sensorial motor, o bien comprometía el nervio mediano, radial o el nervio cubital. La afección de cualquiera de estos nervios produjo tremendas descargas de dolor en ambos brazos. El empalamiento de varios ligamentos provoco fuerte contracciones en la mano.

Los pies eran fijados al frente del estípete por medio de un clavo de hierro, clavado a través del primero o segundo espacio intermetatarsiano. El nervio profundo peroneo y ramificaciones de los nervios medianos y laterales de la planta del pie fueron heridos.

¿Se clavaron ambos pies con un solo clavo o se empleo un clavo para cada pie? También esta es una cuestión controvertida. Pero es mucho más probable que cada uno de los pies del salvador estuvo fijado a la cruz con clavo distinto. San Cipriano que, más de una vez había presenciado crucifixiones, habla en plural de los clavos que traspasaban los pies. San Ambrosio, San Agustín y otros mencionan expresamente los cuatro clavos que se emplearon para crucificar a Jesús.

San Meliton de Sardes escribió: “los padecimientos físicos ya tan violentos al hincar los clavos, en órganos por extremo sensibles y delicados, se hacían aun más intensos por el peso del cuerpo suspendido de los clavos, por la forzada inmovilidad del paciente, por la intensa fiebre que sobrevenía, por la ardiente sed producida por esta fiebre, por las convulsiones y espasmos, y también por las moscas que la sangre y las llagas atraían”

No han faltado quienes dijesen que los pies del salvador no fueron clavados, sino simplemente sujetos a la cruz con cuerdas; pero tal hipótesis tiene en contra, tanto el testimonio unánime de la tradición , que ve en el crucificado Jesús el cumplimiento de aquel, celebre vaticinio: "han taladrado mis manos y mis pies" (sal 21); como en los mismos evangelios, pues leemos en San Lucas (Lc 24, 39-40) “ved mis manos y mis pies; yo mismo soy; palpad y ved..Y, dicho esto, les mostró las manos y los pies”.

Dice Bosssuet: ¿como describir los padecimientos morales que soportó nuestro Señor Jesús Cristo durante su horrorosa agonía? Cuando una muchedumbre de gente se saciaba sus ojos con el espectáculo de aquella agonía, acompañando con todo tipo de ultrajes que le colmaron hasta el último momento. Sufría al ver la mirada abnegada de su madre y sus amigos, a quienes sus dolores tenían sumidos en profunda tristeza. Todo Él era, digámoslo así, un tormento en sus miembros, en su espíritu, en su corazón y en su alma.

De todas las muertes la de la cruz era la más inhumana, suplicio infamante, que en el imperio romano se reservaba a los esclavos (servile suppliciun)

Después de las palabras en Getsemaní vienen las pronunciadas en el Gólgota, que atestiguan esta profundidad, única en la historia del mundo. Dios mío, Dios mío, ¿por que me has abandonado?" Sus palabras no son sólo expresión de aquel abandono, son palabras que repetía en oración y que encontramos en el salmo 22.

INTERPRETACION FISIOPATOLOGICA DE LA MUERTE DE JESUCRISTO

En la muerte de Jesús varios factores pudieron contribuir. Es importante tener en cuenta que fue una persona politraumatizada y policontundida; desde el mismo momento de la flagelación, hasta su crucifixión.

El efecto principal de la crucifixión, aparte del tremendo dolor, que presentaba en sus brazos y piernas, era la marcada interferencia con la respiración normal, particularmente en la exhalación. El peso del cuerpo jalado hacia abajo, con los brazos y hombros extendidos, tendían a fijar los músculos intercostales a un estado de inhalación y por consiguiente afectando la exhalación pasiva. De esta manera la exhalación era primeramente diafragmatica y la respiración muy leve. Esta forma de respiración no era suficiente y pronto produciría, retención de CO2 (hipercapnia).

Para poder respirar y ganar aire Jesús tenia que apoyarse en sus pies, tratar de flexionar sus brazos y después dejarse desplomar para que la exhalación se produjera. Pero al dejarse desplomar le producía igualmente una serie de dolores en todo su cuerpo.

El desarrollo de calambres musculares o contracturas tetanicas debido a la fatiga y la hipercapnia afectaron aún más la respiración. Una exhalación adecuada requería que se incorporara el cuerpo empujándolo hacia arriba con los pies y flexionando los codos, aductando los hombros. Esta maniobra colocaría el peso total del cuerpo en los tarsales y causaría tremendo dolor. Más aún, la flexión de los codos causaría rotación en las muñecas en torno a los clavos de hierro y provocaría enorme dolor a través de los nervios laceradas. El levantar el cuerpo rasparía dolorosamente la espalda contra la estípe. Como resultado de eso cada esfuerzo de respiración se volvería agonizante y fatigoso, eventualmente llevaría a la asfixia y finalmente a su fallecimiento.

Era costumbre de los romanos que los cuerpos de los crucificados permaneciesen largas horas pendientes de la cruz; a veces hasta que entraban en putrefacción o las fieras y las aves de rapiña los devoraban.

Por lo tanto antes que Jesús muriese, los príncipes de los sacerdotes y sus colegas del Sanedrín pidieron a Pilato que, según la costumbre Romana, mandase rematar a los ajusticiados, haciendo que se le quebrasen las piernas a golpes. Esta bárbara operación se llamaba en latín crurifragium (Jn 20, 27).

Las piernas de los ladrones fueron quebradas, más al llegar a Jesús y observar que ya estaba muerto, renunciaron a golpearle; pero uno de los soldados para mayor seguridad quiso darle lo que se llamaba el “golpe de gracia” y le traspaso el pecho con una lanza.

En esta sangre y en esa agua que salieron del costado, los médicos han concluido que el pericardio, (saco membranoso que envuelve el corazón), debió ser alcanzado por la lanza, o que se pudo ocasionar perforación del ventrículo derecho o tal vez había un hemopericardio postraumático, o representaba fluido de pleura y pericardio, de donde habría procedido la efusión de sangre.

Con este análisis que si bien es conjetura, nos acercamos más a la causa real de su muerte. Interpretaciones que se encuentran dentro de un rigor científico en cuanto a su parte teórica; más no demostrables con análisis ni estudios complementarios.

Los cambios sufridos en la humanidad de Jesucristo, se han visto a la luz de la medicina, con el fin de encontrar realmente el carácter humano, en un hombre que es llamado el hijo de Dios, y que voluntariamente acepto este suplicio, convencido del efecto redentor y salvador para los que crean en ÉL y en su evangelio.

Rubén Dario Camargo R.
Medicina Interna - Cuidados Intensivos.
Barranquilla, Colombia 2003.

Tomen su tiempo para leer la informacion que sabemos que sera de bendición. Gracias a los amigos de http://adhulam.blogspot.com

Los dejo tambien con un video

Comenzamos el Blog 2010

En realidad no sabia como comenzar esto, el blog fue una bendicioón espero que para muchos, aunque no tenemos seguidores todo lo que se escribe aqui es de corazón y es lo que Dios esta haciendo en nuestra vida y como ministerio, el año pasado fuimos bendecidos cada vez seguimos creciendo no solo en número sino tambien en preparación, anhelamos una generación de adolescentes revolucionarios, con un espíritu libre que sean guiados por la Palabra de Dios y que plasmen todas las enseñanzas en este mundo que tanto lo necesitan, que rieguen de amor y esperanza a muchos otros adolescentes.
Bueno asi comenzamos otra vez esperamos sus comentarios y de nuevo muchas gracias a todos sigan adelante perserando resistiendo al enemigo y cada vez avanzando mas porque con Cristo no hay nada imposible, eso está mas que comprobado asi no se rindan. Dios los bendiga